martes, 3 de julio de 2012

Ryanair, cómo ser más listos que ellos.

El pasado fin de semana aproveché para hacer una escapada a Italia. Me decidí en último momento por la gran Ryanair aun teniendo la opción de escoger muchas otras compañías que explotaban la misma ruta. La verdad es que no fue su estupenda y colorida web lo que me decantó por ellos, ni la magnífica atención que ofrecen al cliente, tampoco fueron sus bellas azafatas alias vendedoras ambulantes de lotería, cachivaches obsoletos , tabaco sin humo, colonias, lencería para el hogar y bragafajas térmicas entre muchas otras cosas muy muy interesantes. Tampoco fue la hora y media que separa París del supuesto aeropuerto de París ( porfavor los que no sepan francés, ni se atrevan a pronunciarlo) ni la orquesta sinfónica de trompetitas que suena si por casualidad el avión llega a tiempo. Y finalmente si eso es lo que estaban pensando tampoco fue el precio. Decidi hacerlo porque estoy harto de ver como la gente se queja de Ryanair y sin embargo no dudan en seguir apostando por ellos una y otra vez.

Dicho esto, o bien la gente es tonta o bien el polifacético y carismático Michael O’leary, conocido por sugerir políticas para bajar costes tan atractivas como instaurar WC's a bordo de prepago, eliminar al copiloto y que las azafatas aterricen los aviones en caso de emergencia o que sus pasajeros vayan de pie entre otras, es un genio. Y como tenía curiosidad en descubrirlo decidí subirme a un avión de ryanair y comprobarlo. La conclusión es la que me esperaba: ryanair hace muy bien su trabajo. Ellos no ganan dinero transportando a personas sino vendiendo billetes y lo primero quizás no se les da demasiado bien pero en lo segundo tienen matrícula de honor.

La gente no es lo suficientemente lista como para darse cuenta a pesar de todo lo anterior que a la larga un pasajero de ryanair acaba pagando más como combinación de tiempo invertido, coste de billete y otros secundarios derivados de su política. Estos pasajeros se dejan cegar por suculentas ofertas que no son más que un reclamo.

Bien, como sé que seguirá habiendo mucha gente que pese a tener consciencia de todo esto seguirán comprando billetes para la familia he escrito esta entrada. Para todos ellos van estos cinco consejos (algunos me llamaran sin vergüenza, gracias), que considero pueden ser útiles para hacer que un viaje con Ryanair se convierta en una experiencia algo menos bochornosa. La clave como siempre está en diferenciarse del resto.

Antes de embarcar. Por si no lo sabéis Ryanair es una de las pocas compañías que no tiene asientos asignados, es decir, salvo que pagues un extra por ello, el primero que llega al avión es el primero que escoge sitio. Por eso en cuanto anuncian por megafonía la puerta de embarque, todo el mundo en manada se pone a hacer cola. Pero de ese modo lo único que uno gana es esperar de pie haciendo cola al menos 10 minutos delante de la puerta de embarque, es decir el tiempo entre que ésta es anunciada y que el pasaje empieza a entrar, más hasta 5 minutos en la cola que se forma en pista para acceder al avión, que dependiendo de las condiciones climatológicas puede ser un tanto fastidiosa. Yo mientras tanto sigo sentado en la sala de espera del aeropuerto leyendo cómodamente hasta que absolutamente todo el mundo ha entrado. Entonces tranquilamente me dispongo a hacerlo yo. Tiempo de espera: cero minutos.

Como bien sabéis, en Ryanair sólo te dejan subir a bordo un bulto. Esto es bastante molesto especialmente para las chicas que llevan bolso o en caso que lleves un maletín con el portátil. Lo que muchos no saben es que por ley sí que te deben dejar subir con el bulto y con cualquier otro bulto extra que hayas adquirido en el aeropuerto (si os fijáis últimamente en los duty free hay carteles que informan sobre ésto). En Ryanair lo saben y nunca te van a poner pegas si te ven con una segunda bolsa del aeropuerto. Y aquí viene mi truco. Si somos un poco hábiles y pedimos una bolsa en cualquier duty free del aeropuerto la podemos utilizar para meter en ella cualquier cosa que queramos. Una vez en la puerta nunca te van a pedir que les muestres el contenido porque es evidente que una bolsa del aeropuerto contiene algo que has comprado ahí.

El tamaño importa, el peso no tanto. Pese a que en Ryanair informan que el peso máximo de equipaje de cabina son 10 kilos la verdad es que en la mayoría de aeropuertos no controlan tanto esto. En cambio sí que es muy importante que cumpla con las medidas máximas permitidas. Si por ejemplo llevamos un palo de golf, algo ridículo en cuanto a peso y volumen no nos lo van a dejar subir a bordo puesto que la longitud excede a la máxima permitida. Pero si vemos que nuestra maleta con medidas aptas como equipaje de mano excede de peso no os preocupéis por esto.

Una vez dentro del avión. Seguramente antes habéis pensado que entrando el último me ahorro la cola pero me tengo que conformar con los sitios que hayan disponibles en ese momento, y en el caso que vaya acompañado y el avión vaya muy lleno , incluso tener que sentarme separado a mi pareja. Pues ahí va mi truco. Ryanair reserva para aquellos que han pagado un extra, las filas de emergencia más las cinco primeras filas del avión. La realidad es que casi nadie paga por este privilegio. El resultado es que normalmente suelen estar vacías. Pero por ley todos los aviones están obligados a tener al menos un pasajero por fila en las salidas de emergencia para que en caso de evacuación haya alguien que se encargue de abrir las puertas sobre las alas. Por eso si llegas el último y te diriges a una de estas filas el personal de abordo te invitará sentarte en ella. No solo has conseguido un sitio ‘vip’ entrando el último sino que además lo has hecho sin pagar ni un duro. Las ventajas de sentarse en estas filas supongo que todo el mundo las conoce…

Es probable que en algún momento del vuelo tengas sed. Si eso ocurre puedes optar por comprar un botellín de agua al módico precio de 3 euros. O en lugar de eso puedes pedir amablemente un vaso de agua. En caso de una negativa, particularmente nunca me ha pasado, siempre puedes decir que es para tomarte una pastilla o porque estas mareado. Su negocio no está en la venta de botellines de agua así que no te van a poner ninguna pega por pedirlo.


Ryanair…I hate it but I love it. Y me encanta porque pese a estar muy por debajo en cuanto a nivel de servicio respecto a otras compañías sigue siendo líder en el sector de las low cost. Sin duda alguien está haciendo muy bien su trabajo. Sin duda como modelo de negocio se merece un 10. Si sabemos como aprovecharnos de ella aun siendo la peor compañía aérea seguro que nuestro viaje será un poco más agradable…

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